sábado, 7 de julio de 2012

LA SAL DE LA VIDA



Cada despertar se le había transformado en una tormenta.Era el despertar a la realidad,esa misma realidad que le decía que en una semana debía abandonar el pequeño apartamento.De haber podido, seguramente hubiera evitado el tener que dormir, para no tener que despertar.

Desde que se había separado, era muy poco lo que poblaba ese "dos ambientes" simplificados por el protagonismo de 2 objetos primordiales: la cama y su portátil.A lo largo del día, trataba de evitar la presencia de los fantasmas que le traían improntas del pasado, imágenes de otras suertes y no tan suertes logradas como ingeniero industrial.Tiempos de ideas y crecimiento, de apuestas y emprendimientos que permitían acompañar a una sociedad venida a mas y donde el consumir implicaba poner sello y cliché a la condición tribal en proceso de cacique.

Todo se le había alejado y a su vez, el se alejaba de sus mejores sueños para no tener que someterlos a la pesadilla destructora de la ilusión. Así fue como decidió enfriar sus instintos hacia Malena, le gustaba demasiado, pero su romanticismo no cabía solo con pan y cebolla, por el contrario, su detallismo requería de una atmósfera suficientemente glamorosa como para no caer en simplismos genitales, o en falsos platonismos vestidos con edulcorante.Creía realmente que con Malena podía reciclarse en un proyecto compartido, pero el hippismo estaba fuera de la coordenada correcta y tal vez hasta le hubiese gustado un escenario diferente en tiempo y espacio, pero ya no había en su cuerpo 25 años y margen para desaciertos.

Se consideraba suficientemente inteligente para ganarle la batalla a la peor crisis económica en decenios, sin embargo, la luz no aparecía y tener ideas parecía nacer y tener que morir en el mismo instante.En nada,en horas, en fracciones comprimidas de tiempo, se quedaría sin techo y ya ni tan siquiera podía imaginar de donde saldría el bocado diario que ya por debajo de la línea de flotación, masticaba la desesperación .


Hasta se le endulzaba el pensamiento imaginando una muerte despistada, como un simple accidente, algo inadvertido que lo apartaría de esa fracción en la eternidad que le había tocado vivir. Pastillas, un tiro limpio para ensuciar la vecindad, un salto al vacío tan lleno de fracasos...


Envidiaba a los creyentes, los que posiblemente acudiendo a la desesperación extrovertida conseguían el mínimo pan-techo para seguir esperando la posibilidad de un giro en los destinos.

Sus pensamientos se transformaban día a día en una cadena delirante, pero los días iban en cuenta atrás, ya no había casi espacio para albergar a la evasión.

Se levantó como un rayo, como si una idea se le hubiera clavado como una sanguijuela en el optimismo y se fue directamente a buscar bidones de plástico al centro de reciclaje.Iba y venía llevado por un alocado instinto que le decía que no podía soltar aquella idea.En sus bolsillos dormían apenas unas pocas monedas que no alcanzaban mas que para la emergencia de algún medicamento, o tal vez...las reservaba para esas pastillas salvadoras...las últimas...las liberadoras.

Desde que la vecina del segundo B le ofrecía cada día una ración de comida, no necesitó de poner en marcha su plan de robo a costa de subsistencia para llevar a cabo en alguna estantería de algún supermercado.Aquellas veces en que se había ofrecido a ayudar a la vecina que había tenido la caída con rotura de tibia y peroné, ahora representaba la compensación mas oportuna para no dejar un estómago vació y no solo eso...

De la cama pasaba a la silla frente al portátil que conectaba robando la conexión wi fi de un despistado vecino.Las noticias repetidas de cada día, el mismo ácido por desayuno sin bollería para llenarse de la misma oquedad, vacío, una peste destructora que arrincona a los unos y los otros sin poder elegir.

Con la mente en proceso de no pensamiento, dejó que la web de noticias se paseara delante de su vista sin prestar ninguna atención...que mas da? Que importa si ha subido la concentración de sal en el Mar Muerto?

A quien podría interesarle semejante estupidez?!

Cloruro, Magnesio, Sodio, Calcio, Potasio, Bromuro.....Diez veces mas que el Mar Mediterráneo y sus increíbles efectos curativos y milagrosos...
Vaya estupidez! Sin embargo, como si un pequeño grano de sal se hubiera iluminado en su alma, se le ocurrió que ya era hora de devolverle a la sociedad la factura de una moral desdoblada.Siempre había sido un tipo legal, sin regateos engañosos, buen competidor y a la vez buen perdedor por respeto a la capacidad de sobresalir por la vía del talento...Pero...se preguntó para que? Una moral homogénea para tener que quedarse en la calle sin una sola mano tendida .

Pensó...agua y sal....Agua y Sal....Aguas del Mar Muerto....
evasión de la sociedad, se generan encuentros para el amparo, algunos por su soledad, otros por el resentimiento y otros...y otros...y otros....pero, el encontró en esta señora esa bondad sin campaña de marketing , porque la comprensión no tenía tiempo para poder esperar.

Recordó que alguna vez la señora le había contado que su difunto marido se había dedicado a la fabricación de perfumes, pero que nunca había traspasado el triunfo mas allá del área barrial. Le preguntó si aún guardaba elementos de aquel sueño industrial y le mostró una habitación llena de envases.
Como si fuera un experimento, tras la cena regalada por la señora, el se propuso llevar a cabo la demo de su idea y le comentó que una vieja amiga le había enviado un frasco con agua del Mar Muerto, obtenido de una zona en que fluía un burbujeo que había llamado la atención de los científicos.Le contó que su amiga que padecía una fuerte afectación de artrosis, logró curarse inmediatamente merced al agua mágica.
En virtud de poder en cierta medida compensarle la solidaridad y aún a sabiendas de que tan sólo era agua del grifo con mayor concentración de sal, quiso que el entregarle el envase de un viejo perfume de su ex esposa, fuera una excusa de buena voluntad para generar un posible milagro.

Ella agradeció con los ojos enrojecidos y prometió poner en la bañera ese milagroso líquido, con la ilusión de poder quitar los fuertes dolores que habían quedado como secuelas del accidente.
El regresó al departamento, en cierta medida se sentía culpable de haber engañado a la señora, pero no podía dejar de agradecerle ,aunque fuera a costa de un gesto encubierto.

Encendió el portátil,buscó donde comenzar a prodigar aquella idea.Foros,Sitios esotéricos, anúnciate gratis aquí y allá.Como crear tu Pagina en Facebook ,el arte de vender con las redes sociales. Así fue como lanzó su campaña para vender el agua de los milagros del Mar Muerto.Creó 40 personajes ficticios que dejaban constancia de toda clase de curaciones.Rellenó los formularios de PayPal y solo faltaba rellenar los frasquitos que su vecina le ofertó gratuitamente y que de paso le liberaría espacio de la habitación.

Pasaron dos días mientras el se dedicaba a rellenar los pequeños envases a los que pegaba una etiqueta con una leyenda manuscrita con símbolos hebreos que había copiado de una página encontrada en Google.

Su único capital lo componía una cama,un portatil y principalmente una cuenta de correo.

No quiso abrir su hotmail hasta no haber dejado ese tiempo mínimo para soñar la última esperanza.Puso su nombre de cuenta, su contraseña y decenas de mails solicitando envío de "El Agua que da Vida" del Mar Muerto..Sonrió a carcajadas como si por primera vez el hubiera podido asestar la contramoral, como sintiéndose el gerente de la sucursal de banco ofreciéndole el beneficio de endeudarse.

Había logrado el primer paso, entrar en la frontera de la susbsistencia y con tendencia a crecer del otro lado de la moral que siempre había creído.
Llamaron a su puerta, abrió y vio a la vecina con ojos brillosos y una sonrisa que delataba la euforia de un milagro...

"Mire,ya camino sin ayuda...es agua bendita! es mágica! "
El sonrió, la abrazó y sintió una mezcla de alegría y culpa con final feliz.

Habían pasado unos meses y había invitado a Malena a cenar a uno de los mejores restaurantes orientales. Muy entendido de las comidas tailandesas ,sugirió compartir un Koong Almon .A ella le fascinaba el estilo depurado y exquisito con el cual sugería sus propuestas.

Probó el primer bocado y seguidamente requirió la presencia del maitre, a quien se quejó del exceso de sal en aquellos buñuelos de langostino con mango.
La señora miró el álbum de fotos en que su marido aparecía sonriendo en la pequeña fábrica de perfumes.En el estante, un pequeño frasco sin abrir que parecía contener agua milagrosa del Mar Muerto...